Dejar de conducir: diez razones médicas para hacerlo

Dejar de conducir: diez razones médicas para hacerlo

A menudo, les contamos infinitas razones para sacarse el carnet. Calidad de vida, comodidad, independencia. Pero llega un momento en el que tenerlo es más un peligro que un acierto. Y sí, nos referimos a cuestiones médicas que nos lo impiden. Aunque habitualmente asistimos a la polémica de si hay una edad límite para conducir, lo cierto es que las aptitudes al volante dependen más de nuestro estado de salud que de la cifra de años que marca nuestro DNI. Y es que existen ciertas patologías o enfermedades que nos pueden limitar o perjudicar, siendo estas incompatibles  con ponernos al volante. Te contamos hoy diez con las que has de replantearte si eres una buena opción para el manejo de tu vehículo.  Enfermedades neurológicas como la esquizofrenia la epilepsia o la narcolepsia.  Enfermedades neurodegenerativas como el parkinson, el alzheimer, la esclerosis o la atrofia muscular. Recuerda siempre que, además de ponerse en peligro el conductor que las sufre, estamos poniendo en peligro al resto de viandantes.  Enfermedades de la vista que no pueden ser compensados con gafas, lentillas o cirugía. En ocasiones, la miopía, la degeneración macular, las cataratas o la diplolía no pueden ser solucionados acudiendo a la óptica. En estos casos, mejor no arriesgarnos.  Enfermedades circulatorias, como cardiomiopatías, hipertensión grave o arritmias. Afecciones en el aparato respiratorio, como insuficiencia, asma crónica severa o disnea.  Enfermedades que afectan al equilibrio y a la coordinación, pues nos pueden desestabilizar de forma permanente. Lo mismo ocurre con las convulsiones. Enfermedades paralizantes de los miembros superiores, sin posibilidad de ser compensadas con prótesis o adaptaciones del medio de transporte. Enfermedades mentales...
ITV: cómo ir y volver con la pegatina

ITV: cómo ir y volver con la pegatina

Todos sabemos que es un trámite imprescindible y, hasta cierto punto, se le llega a tener miedo. ¿Y si no me la pasa? Vamos a poner fin a las dudas ¿Qué debo revisar en mi coche antes de pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)? Dado que el objetivo principal es conseguir que todos los vehículos que circulan por las carreteras españolas cumplan unas condiciones de seguridad mínimas, debemos estar muy atentos, pues, aunque en ocasiones nos parezca un gasto horroroso y repetitivo, nos ayudará a prevenir accidentes por causas técnicas y, además, ayudará a respetar en la medida de lo posible, el medio ambiente. Como bien han aprendido mientras se preparaban para el teórico, cada tipo de vehículo tiene unos plazos diferentes que debemos conocer y respetar. En el caso de los turismos, se pasará la primera a los cuatro años de antigüedad y, luego, cada dos. Cuando ya tenga diez añitos, cada año tendrá que pasar la revisión pertinente. Si hablamos de vehículos comerciales ligeros o mixtos, nos encontramos con ciertos cambios: están exentos de ITV hasta los dos años, hasta los 6 años la pasan de manera bienal, hasta cumplir diez años deben inspeccionarse de manera anual y de ahí en adelante semestralmente Lo que está claro es que, tengas el coche que tengas, ir a la ITV y volver sin pegatina es un fracaso: pierdes tiempo, dinero y, además, ¡vuelves de mal humor!. Para evitar esto existen dos opciones. La primera, es confiar esta tarea a un taller. Ellos te harán una pre-ITV que hará que te ahorres sustos. Llevarás el coche revisado y listo para volver...

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