


¿Cuáles son las enfermedades que te incapacitan para conducir?
Cada año, unas 26.000 personas son incapacitadas para conducir en nuestro país. Otra cosa es que todos los que no están en condiciones de conducir lo cumplan, entre otras cosas porque los centros psicotécnicos no pueden verificar al 100% las enfermedades que tienen los conductores, que pueden omitirlas para no perder el permiso de conducir. Hay que tener en cuenta que los centros que expiden los certificados médicos no tienen acceso a tu historial médico, por lo que, para aquellos conductores que saben que no pueden circular debido a ciertas patologías, es muy fácil ocultarlas. También es cierto que las autoridades pueden acceder, en caso de accidente, a tu historial médico en busca de agravantes. Por eso es mejor no ocultar información, a fin de que, si por cualquier circunstancia, nos vemos envueltos en un accidente, no empeorar la situación con una pena mayor. No hace falta padecer alzhéimer, párkinson o problemas visuales severos. Enfermedades como la epilepsia, depresión o ansiedad, la narcolepsia, patologías cardiovasculares (arritmias, isquemias, hipertensión, marcapasos), apnea del sueño, vértigos o diabetes son algunas de las que entrañan más peligro en carretera. Lo peligroso de estas enfermedades, además de producir consecuencias en los enfermos incontrolables, también sus tratamientos pueden provocar somnolencia, reducción de reflejos, mareos, visión borrosa o doble, entre otros. Este es el motivo por el que muchas patologías o deficiencias están recogidas y limitadas en el reglamento, que conviene consultar cuando se vaya a obtener o renovar el carné de conducir. En muchos casos se fijan periodos de renovación más cortos (en lugar de cada cinco años), se impide conducir de noche o durante...
Preferencias e imprudencias
“La preferencia del paso de cebra no justifica que el peatón cruce la calzada de forma imprudente”. Esta frase la debemos de tener grabada, no solamente a nivel de peatones, sino para todos los ámbitos de la conducción. En España, al año se producen unos 10.000 atropellos, es decir, aproximadamente uno cada hora. De estos siniestros, el 20% son de carácter muy grave o mortal. Una vez presentados nuestros datos, podemos entrar a valorar si la culpa, en cada atropello, se debe a la imprudencia de los peatones, a las condiciones de visibilidad de la vía o a la negligencia de los conductores. Por ejemplo, si un peatón invade el paso de cebra de forma que la distancia entre éste y el coche no es la suficiente para que el vehículo frene su marcha (siendo ésta moderada), la culpa es del viandante. Hay que recordar que en el reglamento general de circulación, se dice textualmente que «solo deben penetrar en la calzada cuando la distancia y la velocidad de los vehículos que se aproximen permitan hacerlo con seguridad». Nuestro deber es darles unos consejos, tanto si eres peatón como conductor, para respetar las normas y realizar las maniobras con todas las garantías. Si eres peatón, antes de cruzar, mira bien a ambos lados, espera siempre a que el vehículo detenga su marcha, si crees que estás en una zona de baja visibilidad para el conductor, no te arriesgues y vigila que, si cruzas por un paso de cebra con dos o más carriles para el mismo sentido, todos los coches se van deteniendo mientras llegan al límite del paso...
¿Cuáles son las acciones más multadas en España?
Hace unos días salieron a la luz unos datos, a nivel europeo, donde se detallaba aquellos fallos más habituales por los cuales, los conductores españoles, eran multados. Hay que tener en cuenta que todos los fallos en la conducción no son sancionados, sino solo aquellos sobre los que se genera un mayor control. Entrando en materia, las multas más repetidas son las de exceso de velocidad. Este dato no es muy sorprendente, ya que el 29,6 % de las infracciones, son debidas al mal uso del pedal derecho. Para ponerle un número casi exacto al total de multas, casi medio millón de ellas son por este motivo. ¿Vamos muy rápido?, ¿salimos siempre tarde?, ¿nos gusta la velocidad?, ¿hay más accidentes mortales?. Hacernos preguntas es esencial para mejorar en esta materia. Otra de las infracciones que más se repite entre nuestra población es la de circular por donde no debemos, es decir, circular por vías en las cuales no tenemos, por tipo de vehículo, derecho a conducir (por ejemplo, por un carril bus llevando un turismo). Dentro de las multas más comunes, no podían faltar las de aparcamiento. Todo desplazamiento lleva aparejada la búsqueda de un hueco gratis y legal donde dejar el coche. Dado el volumen de vehículos buscando estacionamiento y el espacio limitado en los núcleos poblacionales, los conductores, con el afán de ahorrar dinero en un parking privado, se arriesgan a una sanción (ni qué decir que es más cara la multa). Detrás de cada multa, hay elementos de control para que se pueda registrar la sanción, por eso, no es de extrañar que la sanción más...
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