


Los 5 errores que debes evitar al conducir con niebla
Bajan las temperaturas y cambia el tiempo. Con el otoño, es habitual en algunas zonas encontrarnos en la carretera con tramos de niebla que dificulta la conducción. Para evitar comprometer la seguridad vial, hay algunos errores que no debemos cometer. ¿Cuáles? ¡Te contamos cinco de ellos! 1- Utilizar una iluminación inapropiada Las luces largas(o de carretera) no son lo correcto, ya que reflejan en la propia niebla y deslumbran, dificultando aún más la visibilidad. Por ello, es imprescindible conocer al dedillo el sistema de alumbrado de nuestro vehículo y activar las luces cortas o de cruce, y, en caso de tenerlas, activar las antiniebla. 2- No tener en cuenta la velocidad A veces, deseamos tanto salir de la niebla, que pisamos el acelerador para ir más rápido. Esta acción, peligrosa donde las haya, reduce el margen de maniobra para reaccionar en caso de un posible imprevisto. Con mala visibilidad, es imprescindible que conduzcamos a una velocidad que nos permita, en todo momento, tener la situación controlada. 3- Pegarnos demasiado al resto de coches O en otras palabras: no respetar la distancia de seguridad. Aunque pueda parecer obvio, muchos conductores, ante la niebla, se pegan al coche de delante para tenerles como referencia. Nuestra recomendación es precisamente la contraria: mantén el margen suficiente para que, si pasa algo, puedas frenar sin problemas. 4- Parar en el arcén Si la situación te supera y necesitas parar, hazlo. Pero siempre en el lugar adecuado. Dirígete a un área de servicio o toma un desvío por la primera salida que te lo permita, pero nunca pares en el arcén, ya que tu actitud...
¿Nos pueden multar si no llevamos la mascarilla en el coche?
El coronavirus es y será, sin duda, una de las causas que más nos ha cambiado la forma en la que concebimos el mundo a nuestro alrededor. En este año 2020, hemos vivido un confinamiento obligatorio, con alguna excepción, la implantación de mascarillas obligatorias, los contagios masivos, las Unidades de Cuidados Intensivos llenas de enfermos, tanto personas mayores como jóvenes. Todavía nos estamos adaptando a la nueva normalidad, a la ausencia de fiestas de verano, a los horarios reducidos en muchos comercios, a esperar a que nos limpien y desinfecten la mesa antes de sentarnos, a hacer prácticas de carretera con mascarilla, a utilizar, en todos sitios, gel desinfectante de manos y un largo etcétera. Ahora bien, lo que nos ocupa hoy, en este artículo, es la posibilidad de una sanción por no llevar la mascarilla en el coche. Para que no nos multen, todos los ocupantes del vehículo deben pertenecer a la misma unidad familiar, es decir, que vivan en el mismo domicilio. Tampoco pueden multarnos en caso de llevar niños menores de 6 años. Tampoco nos pueden sancionar si sufrimos de dificultades respiratorias, algún tipo de discapacidad o alguna causa especial que justifique el no ponérsela. Todas estas causas, se tendrían que demostrar en caso de que la autoridad competente lo requiera. Por el contrario, los trayectos en transporte público, tanto taxis como guaguas (autobuses), o coches de traslados privados, es obligatorio el uso de mascarilla, tanto el conductor como los pasajeros, y una sanción puede suponer, según el Real Decreto 21/2020 de Nueva Normalidad, una cantidad de 100 €. Recordamos que, en este estado de alerta...
¿Qué es el efecto túnel y por qué es más peligroso tras el confinamiento?
El efecto túnel no es más que la reducción de la visión periférica de los elementos que componen el trayecto por el aumento de la velocidad. Entre estos elementos, están las señales fijas verticales, las de la propia calzada, los “elementos sorpresa”, como pueden ser personas cruzando la vía, un animal, otro vehículo que realice una maniobra inadecuada, etc. El ángulo de visión inicial del vehículo parado es de 180 grados. Así pues, una vez empezamos a coger velocidad, esta visión se va reduciendo. Cuando alcanzamos los 65 km/hora, la visión es de 70 grados, una buena panorámica cuando vamos por una autovía (no así en poblado, donde hay más elementos alrededor de la vía). Ya a una velocidad de 100 km/hora, la visión se reduce a 42 grados, es decir, empezamos a darnos cuenta de lo que ocurre delante de nosotros. Si seguimos aumentando la velocidad, el ángulo se va reduciendo hasta que, por ejemplo, a 150 km/hora, la visión es solamente de 18 grados, es decir, cualquier anomalía que ocurra más allá del “hueco de un túnel”, es imposible darse cuenta. En trayectos de alcance medio, de unos 100 kilómetros, al conducir a más velocidad y aumentar la atención en la carretera, aparecen antes los síntomas de fatiga, favoreciendo así las distracciones y la menor concepción de peligro al volante. Tras el confinamiento, tenemos en cada persona que conduce, comportamientos muy diferentes. Las personas que no dejaron de trabajar y se encontraban las vías “vacías” y podían apretar un poco más, no se terminan de acostumbrar al aumento considerable de tráfico. Sin embargo, aquellas que sí han...
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