Nos ha pasado a todos los conductores, aminoramos la marcha para ver qué ha pasado, ya sea por morbo, curiosidad o para comentarlo luego, pero esto, aunque a priori no lo parezca, tiene graves consecuencias y puede ocasionar más accidentes.
En el artículo de esta semana, vamos a explicarles lo que suele ocurrir y, sobre todo, cómo lo podemos evitar.
En primer lugar, somos de los primeros coches en pasar al lado de un accidente, aminoramos la marcha y, cuando nos damos cuenta, vamos a la mitad de la velocidad que antes y, más peligroso aún, quitamos la vista de la carretera.
En segundo lugar, puede que el coche de delante haga lo mismo, por lo que el choque por alcance está asegurado y, por último, además de la retención natural sufrida por el accidente, se produce otra kilométrica por el ´efecto mirón´.
Últimamente, con el boom de las redes sociales y la inmediatez de las noticias “en directo”, el morbo está asegurado y deben saber que esto es sancionable.
El reglamento de circulación es bastante claro a este respecto y dice que existe una sanción de 80 € a todo aquel conductor que no mantenga la atención en la vía que le corresponde. Esto, muchas veces, es difícil de demostrar, pero cuando el tráfico es lento porque se ha producido un siniestro, la zona está protegida y los conductores miran el accidente en lugar de la carretera, no hay escapatoria.
¿Qué hacer para evitar el efecto mirón?
Primero, vencer la curiosidad o morbo y seguir nuestro camino sin despistarnos de la carretera. Todos creemos que, como afectados de un siniestro, no nos gustaría que mil conductores nos estuvieran mirando para ver si nos hicimos daño de verdad o, peor aún, para sacarnos fotos o vídeos.
Si decidimos pararnos para ayudar, debemos seguir la regla PAS, es decir, Proteger, Avisar y Socorrer, siempre y a ser posible, en un lugar seguro. Hay que tener en cuenta que si alguien ya está ayudando y no solicita más auxilio, pararse y obstruir más la vía puede ser contraproducente y ocasionar un siniestro de mayores alcances.
También debemos circular a una velocidad moderada por la zona del suceso, una cosa es no mirar y seguir nuestro camino y otra es pasar “como un rayo” a poca distancia. Siempre intentar mantener la calma y reducir un poco la marcha, mirando siempre por los retrovisores por si se aproxima algún vehículo de manera peligrosa.
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