


¿Qué ocurre cuando conducimos bajo los efectos de las drogas? (II)
En nuestro anterior post, explicamos los efectos del consumo de las drogas más consumidas por los españoles a la hora de conducir y arrojamos datos sobre accidentes y mortalidad. A nadie se le escapa que consumir drogas, sea ocasionalmente o de manera continuada, es perjudicial para nuestra salud, empeora la situación personal y, además, genera efectos de arrastre negativos a nivel familiar. Si a esto se le une que, el consumo de sustancias estupefacientes distorsiona de manera grave nuestras capacidades cognitivas y de razonamiento, al volante las consecuencias son, en la mayoría de los casos, irreversibles. Como comentábamos anteriormente, las drogas más consumidas en España son la cocaína y el cannabis, y ahora pasamos a comentar los efectos sobre la conducción de otras drogas, menos consumidas, pero más peligrosas. En el caso de consumir drogas perturbadoras, como el LSD, la mescalina o el peyote, hachís o marihuana, MDMA y éxtasis, la percepción se verá gravemente alterada, llevándonos a tomar decisiones equivocadas e imprevisibles, por lo que, por ejemplo, puedes invadir un carril en sentido contrario pensando que vas bien, o saltarte señales de tráfico sin que las hayas visto. Las anfetaminas, aunque poco frecuentes, también alteran la percepción del entorno y lleva a sobrevalorar nuestras capacidades al volante, pero también producen estados de cansancio excesivo y fatigas repentinas, por lo que el peligro de quedarnos dormidos al volante es muy grande. Otro problema viene cuando consumes GHB o éxtasis líquido y conduces ya que sentirás una sensación de relajación muscular y pérdida de coordinación. Esto provoca un comportamiento desinhibido y eufórico, aumentando tus ganas de hablar, algo peligroso si conduces...
¿Qué ocurre cuando conducimos bajo los efectos de las drogas? (I)
Hemos superado la prueba teórica estudiando mucho, dejamos de hacer muchas cosas para realizar las prácticas de conducción, nos enfrentamos a momentos de alta tensión en el examen práctico, y después de meses de duro trabajo, cuando por fin tenemos el permiso de conducción, lo echamos todo a perder por conducir bajo los efectos de las drogas. ¿Merece la pena? La respuesta es obvia, no compensa, pero no solo para conducir, sino para no estropear nuestra vida personal. Hoy, vamos a tratar algunos datos sobre accidentes bajo los efectos de sustancias estupefacientes y las consecuencias en nuestro organismo a la hora de maniobrar. Los datos no son nada optimistas, ya que, en controles aleatorios en carreteras convencionales, las cifras, en lugar de disminuir, aumentan cada vez más, por lo que nuestro deber es informar sobre las consecuencias. El número de infracciones bajo los efectos de las drogas se duplicó desde mayo a diciembre, con lo que nos deja entrever que cada vez más son los conductores los que deciden circular estando en malas condiciones. ¿Cuáles son las sustancias más consumidas y cómo afectan a la conducción? Las drogas que más consumen los españoles son el cannabis y la cocaína, y al volante, no iba a ser menos. Un dato refleja la incidencia del consumo de drogas en un accidente de tráfico, y es que el 43 % de los fallecidos había dado positivo en cannabis y/o cocaína. Precisamente, el consumo de cocaína hace que estés muy activo, sobrevalores tus capacidades a la hora de conducir, valores menos el riesgo y realices maniobras temerarias. También, te mantiene despierto más tiempo,...
Más tecnología, menos accidentes
Con los años y, atendiendo al número de personas que pierden la vida a causa de un accidente en la carretera, se ha hecho necesaria la investigación y el desarrollo de tecnología capaz de prevenir y evitar accidentes. Con estos datos, sabemos que un 93% de los accidentes son a causa de fallos humanos y, de este porcentaje, un 80% se deben a la falta de atención en los 3 segundos previos al accidente. Desde las instituciones públicas hasta los fabricantes de vehículos, reúnen fuerzas para reducir el número de víctimas en la carretera a la mitad y que conducir sea un medio completamente seguro. Los datos hablan por sí solos, y es que en el 2016 perdieron la vida 1.810 personas. El objetivo de la DGT y del gobierno es reducir considerablemente esta cifra mediante los sistemas de asistencia a la conducción. ¿Cómo ayudan los sistemas de asistencia a la conducción? Primero de todo, estos sistemas ayudan a eliminar el fallo humano con el objetivo de evitar un accidente, o al menos, a reducir sus consecuencias. Según un estudio de la DGT, la implantación de los ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), reduciría el número de accidentes en un 57% con lo que cerca de 51.000 siniestros podrían evitarse o ver descendida su gravedad. Los ADAS pueden ver, comprender y reaccionar según las condiciones de la vía por la que circulamos, si hay personas cerca, coches a nuestro alrededor u otro tipo de elemento que pueda causar un percance. Mediante un sistema de radares, lásers y cámaras, el vehículo puede frenarse ante la cercanía de un peatón, avisarnos de...
Los tres imprescindibles de la seguridad: cinturón, airbag y reposacabezas
Según la organización Mundial de la Salud, existen cinco pilares básicos para reducir los fallecimientos en las carreteras. Uno de ellos, es la seguridad que los propios coches aportan: desde la modernización de los coches hasta la aplicación obligatoria de algunos dispositivos. Y, en este tema, los imprescindibles son tres. Por eso, ¡vamos a describírtelos! ¿Cómo no hablar del cinturón de seguridad? Se trata del invento que más vidas ha salvado y, como todos bien sabemos, es de uso obligatorio; tanto en la parte de delante como atrás. Data de 1959, y evita que salgamos despedidos ante cualquier tipo de colisión. Su flexibilidad permite que la parada no sea del todo brusca. Por desgracia, y según la DGT, todavía seguimos teniendo que lamentar víctimas por ‘olvidarse’ de llevarlo, sobre todo en trayectos cortos o en los asientos traseros. A día de hoy, existen cinturones muy avanzados, con pretensores pirotécnicos que lo ajustan lo más posible al cuerpo del viajero. Existen, asimismo, dispositivos especiales para mujeres embarazadas, e incluso algunos con airbag incorporado. Dentro de los cinturones de seguridad, debemos hacer un inciso en los sistemas de retención infantil. Estos han de adaptarse al peso y altura de los pequeños, y es necesario que estén instalados a la perfección. Desde 2011, todos los coches incorporan el sistema isofix, con tres puntos de anclaje. De la mano del cinturón, llega el airbag. Si los primeros no están abrochados, el resto de elementos no funcionarán correctamente. Aunque fue en 1953 cuando estas bolsas de aire tuvieron sus primeras pruebas, podemos afirmar que, a día de hoy, son elementos totalmente diferentes gracias a...
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