


¿Por qué no deberíamos circular por el carril central de las autopistas?
Hay varios tramos de autopista en la Isla de Tenerife y en Gran Canaria que tiene más de dos carriles, con lo que, muchas veces por comodidad, los conductores hacen uso del carril central para no tener que cambiar de carril ni preocuparse por la fluidez del tráfico, pero esto es un error. La normativa en este sentido en clara y concisa, diciendo que “si circulamos por una calzada con varios carriles para cada sentido, debemos hacerlo por el carril de la derecha”, y no por el centro, ni por la izquierda, sino por la derecha. El resto de carriles está para adelantar o, en caso de congestión, ocupar todos los carriles a lo ancho de la calzada. Lo que quiere decir es que si no vas adelantando y tienes un carril a tu derecha con espacio para ser ocupado por ti, lo uses y transites por él. En este sentido, hay que señalar que la Dirección General de Tráfico tiene potestad para multar a todo aquel vehículo que no cumpla con la norma señalada, es decir, que no circule por la derecha, estado esta parte de la calzada libre. Si nos damos cuenta, en muchos tramos de nuestras autopistas, la velocidad máxima a la que se puede circular es de 120 km/hora, por lo que si circulas por la izquierda o el carril del medio a 100 km/hora, no estás favoreciendo la fluidez del tráfico y el peligro que conlleva esta acción es inminente, ya que puedes ser objeto de un siniestro grave. Otro de los inconvenientes de entorpecer el tráfico circulando por el carril central es que,...
Cómo evitar las distracciones al volante
En muchas ocasiones, a causa de los quehaceres diarios, el ritmo de trabajo, las preocupaciones, los niños y demás circunstancias, podemos incurrir en despistes momentáneos, que la mayoría de las veces no son importantes, pero que, en un momento dado, te pueden cambiar la vida. En 2018 en España fallecieron 1.180 personas en accidente de tráfico y hubo 4.515 heridos que necesitaron hospitalización. Según la DGT, más de una tercera parte de estos accidentes se produjeron por distracciones de los conductores al volante. Para poder explicar cómo evitar las distracciones mientras conducimos, es necesario, en primer lugar, clasificar los tipos de distracciones que existen. • Distracciones visuales. Sencillamente, se da cuando el conductor desvía la vista de la carretera. • Distracciones manuales. Aquí, el conductor pierde el contacto con el volante o altera la posición de las manos sobre el mismo. • Distracciones cognitivas. Cuando la atención y concentración del conductor se centra en cuestiones que son ajenas a la conducción. Una vez desgranada la tipología de las distracciones, ahora se nos hace más sencillo saber cómo evitarlas. En cuanto a las distracciones visuales, lo lógico es no apartar la vista de la calzada, mirar de vez en cuando por los retrovisores laterales y el frontal (es recomendable hacerlo cada 30 segundos), no poner atención a algún tipo de accidente que esté fuera de nuestro alcance de poder ayudar o socorrer y, sobre todo, si viajas con niños y ocurre alguna urgencia, primero detener el vehículo en un lugar seguro y luego resolver el problema. Con respecto a las distracciones manuales, siempre hay que tener en cuenta lo que...
¿Qué consecuencias tiene aparcar mal?
Es época de realizar más desplazamientos, además de los rutinarios, como ir al trabajo, al supermercado y demás, se unen los eventos sociales y compromisos familiares, centros comerciales, planes improvisados de paseo, etc. Una de las maniobras que más hacemos es la de aparcar, ya que cada vez que movemos el coche de un lugar a otro, éste debe quedar estacionado. Existen diversos estudios y estadísticas acerca de los siniestros que se producen mientras aparcamos o realizamos maniobras de estacionamiento. En un país como Reino Unido, ocurren alrededor de mil siniestros al día en estas circunstancias, y suelen ser los conductores más jóvenes los causantes de dichos contratiempos. Una de las consecuencias de aparcar mal es que nos pueden rozar o golpear el vehículo, o en la maniobra de aparcamiento, dañar el vehículo que ya esté estacionado o circulando por la vía. También es posible, en alguna de las maniobras, atropellar a un peatón, ya que, en un espacio como parking, garajes y demás, se puede dar un siniestro por falta de revisión de los espejos retrovisores. Ahora bien, una vez ocurrido el siniestro, ¿quién tendría la culpa?. Aunque muchas veces sea difícil dilucidar quién fue el vehículo culpable, se presupone que tiene la culpa el coche en movimiento y el que se estaba incorporando a la vía. Por lo tanto, y para entendernos, “el que se mueve, paga”. Esto tiene varias excepciones. Una de ellas es que el coche al que rocemos o dañemos estuviera mal estacionado invadiendo nuestra plaza. En este caso, la culpa recaería en el vehículo en estático. Cuando dos vehículos están en movimiento, la...
Comentarios recientes