Cada vez son más los talleres y mecánicos que recomiendan la rotación de neumáticos para conseguir un buen mantenimiento del coche. Si ya te enseñamos todo sobre su codificación y la presión de los mismos, hoy queremos contarte cómo rotarlos correctamente.

Y es que, por diversos factores, el desgaste de las gomas de nuestro coche no se produce nunca a la vez, ni en los cuatro por igual. Cómo conducimos, por dónde lo hacemos y, hasta cómo han sido colocados, influye en la duración de su vida. Con la práctica de la rotación, lo que se busca es que  el desgaste sea lo más homogéneo posible y consigamos con él una mayor durabilidad.

Por ello, lo primero que recomendamos es que la rotación se haga, aproximadamente, cada 10.000 kilómetros, y que en ella participen los cuatro neumáticos a la vez. De cualquier manera, cada uno ha de conocer su coche, y al detectar vibraciones u otro síntoma extraño, puede proceder a ella.

Cómo ya hemos recomendado en otras ocasiones, lo ideal es que nuestro coche cuente con cuatro neumáticos procedentes del mismo fabricante, así como las mismas medidas.

¿Dónde colocamos cada neumático?

Imagen de WestLakeColombia

  Imagen de WestLakeColombia

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es  el tipo de tracción de nuestro vehículo. Si cuenta con tracción delantera, las ruedas delanteras pasan  al eje trasero respetando el lado, mientras que las traseras pasan al eje delantero cambiando de lado. ¡Justo como lo indica el gráfico!

Si dispones de un coche con tracción trasera, la maniobra sería la contraria: ruedas traseras sin cambios al eje delantero y neumáticos delanteros cambiando de posición al llevarlos atrás: el delantero izquierdo al lado derecho y, el otro, al revés.

Pero si  cuentas con un vehículo con  tracción a las cuatro ruedas, ¡también puedes rotarlos! En este caso, hazlo en cruz: cambialos de eje y de posición.

Es importante tener en cuenta que a veces compramos neumáticos direccionales, por lo que sólo podremos hacer cambios en el eje que están situados pero nunca en el lado que van.

Si la rueda de repuesto tiene las mismas medidas que el resto, ella también puede entrar en juego.

Pero, ¿puedes hacerlo tú mismo?

Si tienes tiempo, paciencia y mañana, la respuesta es sí. Se trata de un procedimiento relativamente sencillo, que no requiere visita al taller. Sí que es conveniente tener en cuenta que son cuatro las ruedas que hay que cambiar y lo que te va a  requerir es algo de tiempo.

Tras haber hecho la rotación, es imprescindible comprobar la presión de nuestros neumáticos –si no tenemos un sensor que nos lo indique-.

Por último, más allá de las medidas de seguridad que todo cambio de ruedas requiere, es imprescindible que tengas en cuenta que una rotación de neumáticos se hace para evitar un desgaste  extremo, y en ningún caso, para alargar la vida de los mismos eternamente. Recuerda: desde que la banda de rodadura tenga menos de 1,6mm de profundidad, ¡corre a por neumáticos nuevos! Tu seguridad está en juego.

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