Te habrás dado cuenta yendo de copiloto, de conductor o en transporte público; conducir con lluvia nos pone nerviosos y la carretera es puro caos. ¿Cómo evitarlo? ¡Lee atento!. Aprende a conducir cuando las nubes comienzan a descargar.

En estos días en los que la lluvia ha hecho acto de presencia lo habrás notado: nos supera en nuestras vías. La necesitamos y para la vida, es imprescindible, pero saber conducir con ella se convierte en un reto que no muchas personas parecen saber resolver. Por ello hoy te contamos estos consejos para que no se te olvide conducir cuando las nubes comienzan a descargar.

Antes: slippery-business-driving-safely-in-the-wet_654x439

  • Revisa los limpiaparabrisas: sus escobillas tienen que estar en perfectas condiciones si no queremos que ensucien en lugar de limpiar. No esperes al diluvio universal para darte cuenta.
  • Comprueba el estado de los neumáticos: esto debemos hacerlo siempre, pero más cuando llueve. Con el asfalto mojado el agarre de nuestras gomas ha de ser preciso para evitar accidentes. No te lleves una sorpresa.

 

Durante:

  • Aumenta la distancia de seguridad: te lo enseñamos en la autoescuela y, ¡esperamos que lo tengas muy claro!. Con la calzada húmeda la capacidad de frenada de tu vehículo disminuye. Es por ello que necesitarás muchos metros más para detenerte totalmente. Sé previsor.
  • No conduzcas bruscamente: ¿has visto los trompos que hacen los coches en las pelis? No quieras protagonizar uno de ellos al mover bruscamente el volante o no medir al acelerar o frenar.
  • L951960_20130606141057_640_480os charcos, de lejos: ¿sabes qué profundidad tiene ese charco que vas a pisar? ¿Qué hay en su interior? Descubrir las respuestas con un accidente no es el objetivo. En la medida de lo posible, evita los charcos.
  • Las luces, siempre encendidas: el limpiaparabrisas solo no basta; enciende las luces y gana algunos metros de visibilidad. Que veas y te vean es una de las máximas de conducción.
  • Elementos resbaladizos como la pintura y las alcantarillas no son buenos compañeros. Intenta no perder el control de tu coche pisando alguno de estos, aunque sea sólo con una rueda.
  • El famoso aquaplanning existe, no lo obvies. Cuando el agua acumulada es tanta que la adherencia desaparece, lucha contra tus ganas de hacer algo: no vale acelerar, ni frenar, ni girar. Levanta el pie de los pedales y mantén la dirección firme hasta que se detenga por si mismo.

Recuerda, los instantes previos, cuando empieza la lluvia, son los más peligrosos. Activa -más- tus cinco sentidos y haz de la conducción un momento seguro. Tu sabes, tu controlas: bajo la lluvia, también.

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